jueves, 13 de diciembre de 2012

DICIEMBRE



Reverbera el tiempo ajado
en el calendario de mi vida,
enrostrando la historia
y las esperanzas perdidas.
Son inviernos idos como
nieve y hielo derretidos,
como otoños deshojados,
en donde las efemérides
pasan y transitan
encabalgadas, oscilantes,
rutinarias, simplemente debidas,
recordando patria, iglesia y familia.
Nada es tan trascendente,
nada es tan anhelado,
como la cercanía de diciembre,
nada es tan añorado
como cada diciembre ido.
¿Será porque él vino
a este lado del mundo
un diciembre milenario?
¿Y qué tienen los otros
diciembres de las otras partes
del mundo, con sus otras gentes?
¿Él también los salvó treinta
y tres años después ?
¿O será porque me desutericé
un diciembre y grité libre
para ser sometida y seguir
esperando los diciembres?
¿ Qué tiene diciembre anhelado ?
¿Es el sentido de navidad,
es el don y el dar, el regalar
y el ser dado , es la humanidad
en paz , armonía y felicidad,
por un momento,
que sólo es en diciembre,
es la ternura de la infancia,
es la inteligencia ingenua
del ser humano,
y revivo cada diciembre,
me desuterizo , y quiero renacer
a la libertad , a una nueva libertad,
a ser un yo nuevo , a ser un yo mío ,
con identidad solidaria ,
pero un yo mío , un yo sola ,
y hacer vida , siendo yo y no tú ,
y hacer mi vida en diciembre ,
y hacer mi vida en invierno ,
y hacerla en otoño ,
 y vivir la primavera
como si fuera siempre diciembre ,
mi diciembre , mi mes de vida
y de regalos y de paz
y de infancia y de ingenuidad ,
y es mi desuterización
hacia mi libertad nueva.
mi diciembre nuevo.