ESTE INVIERNO MIRARÉ
LOS TRONCOS DESNUDOS.
Y UNA VEZ MÁS ME DARÉ
CUENTA LO QUE CUESTA
RESPIRAR ANHELOS Y
ESPERANZAS, IDEALES
Y FORTALEZAS ILUSORIAS.
DEJARÉ QUE TODO
FLUYA EN TRANQUILIDAD
FRANCISCANA, NO CAERÉ
EN EL SERVILISMO MEZQUINO
DE COMPLACER Y DESHOJARME
POR UN INVIERNO MÁS.
AUNQUE SÉ, ÍNTIMAMENTE,
QUE ATAN MIS AMARRAS
UN DESTINO SIN TEORÍAS
DE DERECHOS Y DEBERES,
RECONOCERÉ EN EL FONDO
DE MI SER DE MUJER
LA CAPACIDAD EXTRAÑA
DE SENTIRME AUDAZ PARA
ROMPER CADENAS Y COSTUMBRES;
FLORECER CON CADA PRIMAVERA,
RENACER CON CADA INSTANTE
DE LIBERTAD, Y SER YO,
CON MIS TEORÍAS Y MIS
VICTORIAS, MIS MANOS
ABIERTAS A LA ESPERANZA,
SIN VACÍOS, LLENAS DE CANTOS
DE FLORES Y DE ILUSIONES,
Y ESTAR DISPUESTA Y ESPERANDO
LOS NUEVOS AMANECERES,
CON LA ALEGRÍA QUE REGALA
UN SOL CARIÑOSO, UNA BRISA TENUE,
EL TRINAR DE UN; JILGUERO
Y MIRAR LAS CADENAS Y
LAS AMARRAS COMO
UN SUEÑO, DE CUYO DESPERTAR
SURGIÓ LA MUJER NUEVA,
LA VIDA NUEVA, LA NUEVA VIDA,
Y RESPIRAR, RESPIRAR, ESE AIRE
PURO DE LA LIBERTAD,
RESPIRAR COMO UN YO, CON
MI RITMO … CON MI RITMO…