Ayer imaginé que una flor crecía
en la amplia estepa de una tierra lejana,
y era una sola flor, una sola, y era ella,
y era amarilla como el coirón,
pero también era blanca como la nieve austral,
y era roja como el cielo crepuscular;
era una flor sola, era ella en la pampa inmensa,
amarilla, blanca y roja, pero también verde,
como el campo virgen y fuiste Claudia Alejandra,
como esperanza, como sol y como inmensidad.
Eras una sola flor sola, la que tenía todos los colores,
y crecías bella y única y crecías nuestra,
en la soledad inmensa de esa pampa lejana y extensa,
pero era la pampa y eras tú y estaban solas,
y quise acompañarlas y crecer con ustedes,
y quise tener sus colores y ser sola, como ella y como tú,
en la pampa inmensa, en la amplia estepa de esta tierra lejana;
Y fuimos dos, Claudia, pero solas y no supe
si me imaginaste como yo a ti,
pero mi color sólo fue azul, intenso y profundo,
como el cielo austral,
como el mar profundo y lejano del sur;
crecí fuerte e insondable, tierna y bravía,
y siempre azul, esperé tu soledad junto a la mía,
y esperé tu amarillo del coirón,
y tu blanco de la nieve austral,
y tu rojo crepuscular,
y quise hacer mía ésta, ésta, tu pampa inmensa,
y sentí el dolor de lo imposible, pues no pude ser uno con ella
y siempre sólo fuimos dos, ella con todos sus colores
y yo con mi azul profundo, de mar entrañable,
en esta pampa inmensa,
en esta estepa lejana
en este campo virgen
como otra flor, sola.
Las fotos son de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
ResponderEliminarSigue publicando poemas!
ResponderEliminar--Igniatus
QUE HERMOSO POEMA....
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