«Hasta ahora —dijo entre sí don Lorenzo— no os podré yo juzgar por loco. Vamos adelante.» Y díjole:
—Paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿qué ciencias ha oído [21]?
—La de la caballería andante —respondió don Quijote—, que es tan buena como la de la poesía, y aún dos deditos más.
—No sé qué ciencia sea esa —replicó don Lorenzo—, y hasta ahora no ha llegado a mí noticia.
—Es una ciencia —replicó don Quijote— que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y conmutativa [22], para dar a cada uno lo que es suyo y lo que le conviene; ha de ser teólogo, para saber dar razón de la cristiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequiera que le fuere pedido; ha de ser médico, y principalmente herbolario [23], para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las yerbas que tienen virtud de sanar las heridas, que no ha de andar el caballero andante a cada triquete buscando quien se las cure [24]; ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas; y dejando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales [25], descendiendo a otras menudencias, digo que ha de saber nadar como dicen que nadaba el peje Nicolás o Nicolao [26], ha de saber herrar un caballo y aderezar la silla y el freno, y, volviendo a lo de arriba, ha de guardar la fe a Dios y a su dama; ha de ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos y, finalmente, mantenedor de la verdad, aunque le cueste la vida el defenderla. De todas estas grandes y mínimas partes se compone un buen caballero andante. Porque vea vuesa merced, señor don Lorenzo, si es ciencia mocosa lo que aprende el caballero que la estudia y la profesa [27], y si se puede igualar a las más estiradas que en los gimnasios y escuelas se enseñan [28].
VIGENCIA DEL QUIJOTE
La verdad que debería sentirse honrado quienes todos, en alguna forma, tienen los méritos del caballero andante.
El caballero andante es esa persona resilente, fuerte; es quien aprende y reflexiona de sus errores, que está consciente de sus capacidades y que lucha por alguna meta a futuro.
Es así como en este párrafo el Quijote hace alusión al caballero andante, más como tipo de persona sino como un estilo de vida, ejemplo de lucha, conocedor de todas las áreas, integral , con una visión más globalizada que le permite conocer mejor al mundo de las igualdades, de la justicia, de la utopía , ya que ningún andante se va a encerrar en una sola idea , sin dar a conocer lo que piensa.
La ciencia de la caballería andante, que dice el Quijote conocer y profesar, al fin de cuentas, es la ciencia del saber vivir, es la ciencia de la vida, la que encierra toda la cultura del hombre de bien y que, incluso, es de “dos deditos más” que la poesía, entendida ésta como la expresión de los sentimientos.
El caballero andante es un hombre íntegro, que a través de su conocimiento y de practicar la ciencia de la caballería andante, cruza el mundo haciéndolo más humano, incluso a costa del sacrificio propio.
Entendido así este pasaje del libro, no es el Quijote sólo un personaje ficticio, su estampa y filosofía de vida ha estado encarnada en personajes reales del mundo moderno, por citar sólo a dos, nos encontramos con pensamientos profundamente humanitarios de, por ejemplo, Martin Luther King (1929-1968). Religioso estadounidense, premio Nobel de la Paz, uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos fundamentales e importante valedor de la resistencia no violenta ante la discriminación racial):
- Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
- Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
- Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.
- La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
- Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.
O de Mahatma Gandhi (1869-1948. Político y pensador indio):
- Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.
- Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
- La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
- La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.
- Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
- No hay camino para la paz, la paz es el camino.
- En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.
- Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.
La historia nuestra, la real, tiene en personajes de gran estirpe el don profesado por el Quijote. Son mártires que han dado su vida por hacer una humanidad mejor, en donde el hombre alcance la plenitud de su libertad, llevando el egoísmo y las ambiciones a las mazmorras del olvido.
Ser Quijote hoy es arrostrar, como antaño las injusticias para el débil y el desposeído; es luchar por esa estrella, por esa quimera de un mundo bueno para todos.
Janet Diz
Muy bien texto, ojalá mucha más gente pudiese apreciar el espíritu del quijote y sus valores que son los que la humanidad necesita.
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