Sabes? el día que nací
la luna tenía espinas verdes
y lloraba suplicando porque llegue
pronto la aurora;
yo lancé mis primeros gritos,
y la liberé de su dolor,
y nos fuimos
libres,
recorriendo juntos,
tomados de la mano,
el poco tiempo nocturno,
que nos separaba
en cada amanecer ,
y llegamos siendo uno ...
ella iba desvaneciéndose,
en el cielo rojizo de cada
crepúsculo ,
y yo...yo , caminando bajo
un sol de rayos fulgurantes,
con la piel blanca
y los ojos abiertos,
fui creciendo a la vida
y empecé a llenarme
de sus verdes espinas,
y así fui esperando cada noche,
para contemplarte, luna
en tu redondez,
alegre y libre, como riendo,
como mirándome y dando gracias
como esperándome,
queriendo ser luz en mi oscuridad,
y...yo tu compañero sin espina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario